En este libro de bolsillo encontrará referencias prácticas acerca de los beneficios que se pueden obtener al reflexionar de manera individual y colectiva sobre los valores. Es un texto con fines didácticos.
Podemos enfrentar la crisis de valores en las organizaciones si el tema se aborda de manera práctica, poniendo más énfasis en definir mejor las acciones, conductas y actitudes esperadas.
Debemos estar concientes de que cuando nos referimos a valores, tiene mucho más importancia la manera cómo actuamos que lo que pensamos y decimos.
La forma en que nos comportamos refleja mejor nuestros valores que nuestros pensamientos. Por ejemplo, si decimos que cada persona del equipo es importante y valiosa, esto queda sin efecto si descalificamos la opinión de alguno de los miembros del grupo.
Esta persona se sentirá desvalorizada. Su identidad y compromiso con el equipo disminuirán. Los demás miembros se resentirán. El equipo no funcionará bien.
Para que los valores tengan más sentido en los equipos humanos que tienen objetivos comunes, es indispensable que sus miembros compartan significados explícitos sobre esos valores.
Nos motiva la idea de ayudar a tener una mayor comprensión sobre lo que son los valores organizacionales, para qué nos sirven, en qué deben consistir, y cómo promoverlos en el diario quehacer.
Los valores en las organizaciones necesitan tener sentido práctico para los miembros que las constituyen:
1. Que todos los miembros los conozcan.
2. Que todos estén de acuerdo con sus significados.
3. Que todos comprendan los comportamientos que implican.
4. Que todos los pongan en práctica.
De lo contrario, las organizaciones terminan con valores elocuentes en cuadros que lucen muy bien colgados de la pared, pero sin una clara utilidad práctica para sus miembros.
Cuando las personas de una organización “trabajan” los valores que los unen, logran sus objetivos de manera más eficiente y satisfactoria. Sus integrantes se sienten más unidos y motivados a formar parte de ella.
“Trabajar” los valores significa hacer los esfuerzos necesarios para ponerse de acuerdo sobre los significados prácticos que deben tener para los integrantes de la organización, y ejercerlos de manera constante.
Pero para “trabajar” los valores, es necesario conocer mejor su importancia (individual y colectiva), su utilidad práctica, los retos que nos plantean, y la manera de fomentarlos.
Estos son los principales aspectos que constituyen el contenido de este texto didáctico. Aprovéchelos y disfrútelos.