Los valores cumplen un papel importante en la eficiencia y la efectividad de las organizaciones:
• Cuando tienen el mismo significado para todos los miembros de la organización (o al menos para la mayoría).
• Cuando son compartidos, es decir, que tienen una importancia similar para todos.
• Cuando son puestos en práctica, especialmente por los líderes, en todos los niveles.
• Cuando son recordados cotidianamente.
Los valores en las organizaciones sirven para que sus integrantes:
• Se relacionen y funcionen mejor, tengan más coordinación, sean más previsivos en su planificación, y logren con eficiencia sus objetivos.
• Tengan más y mejor conciencia práctica de su dirección y sus propósitos, en el corto, mediano y largo plazo.
• Sean colectivamente más creativos y efectivos en la solución de sus retos y necesidades tácticas o estratégicas, específicas y generales.
Como consecuencia, los miembros de una organización en la que se comparten valores:
• Se sienten más realizados como personas, más plenos, y valoran más sus propios comportamientos.
• Se sienten muy satisfechos de ser parte de esa comunidad. Se sienten más identificados y comprometidos con la razón de ser de esa organización.
• Rinden más en sus acciones, sus responsabilidades específicas y cumplen mejor sus compromisos profesionales.
• Hacen más aportes individuales y son más creativos, porque a través de sus actos se sienten más realizados como personas y más satisfechos de sí mismos.
Por otro lado, los valores organizacionales son los pilares de la cultura de una organización, lo que a su vez facilita y garantiza la integración y el crecimiento de las personas que la conforman.
Pero la coherencia de esa cultura, es decir, el grado de consistencia entre lo que dicen y hacen sus integrantes, es lo que determina el nivel de armonía y la calidad del desempeño de esa organización (o comunidad).
Como puede verse, es muy beneficioso invertir tiempo y esfuerzo en fomentar que cualquier organización tenga una cultura basada en valores compartidos, que se ponen en práctica todos los días a través del comportamiento cotidiano de todos sus integrantes (o la mayoría).